miércoles, 29 de enero de 2014

Estudio de la biodiverdidad de las zonas visitadas por El Beagle

El objetivo es estudiar la biodiversidad del ecosistema único en el planeta, el cual fue estudiado por Charles Darwin para formular la famosa "Teoría de la Evolución".


Al fondo a la izquierda el Beagle
Representación de la llegada del Beagle a la isla de los yaganes
Cuando zarpamos de Puerto Williams (Chile), la ciudad más austral del planeta, estamos a unos 7º, como un día de invierno en Madrid. Pero en cuanto empezamos a navegar por el mítico Canal Beagle, bautizado así en honor al barco con el que Charles Darwin hizo esta misma travesía hace casi dos siglos, en 1832, un viento helador rebaja la sensación térmica de manera tremenda.

«Si tú tienes frío, imagínate lo que soportaban los yaganes, el pueblo indígena que vivía aquí cuando Darwin exploró estas tierras. ¡Iban desnudos todo el año!», dice el antropólogo Maurice Van de Maele. Te quedas tan estupefacto con su comentario, el experto en esta cultura ancestral explica el secreto de su resistencia: «La clave es que se cubrían todo el cuerpo con grasa de leones marinos y ballenas, que actuaba como una capa aislante contra el frío». En ese momento Maurice Van de Maele me da otra lección de antropología para resaltar la valentía y destreza de los hombres yaganes, que salían a cazar lobos marinos en estas peligrosas aguas con unas rudimentarias canoas de madera.

Van de Maele es uno de los científicos chilenos que participa en una expedición por las aguas en las que navegó Darwin a bordo del Beagle en el Cabo de Hornos. El objetivo es presentar un proyecto pionero para convertir el mismo territorio fragmentado de penínsulas e islotes que exploró el naturalista británico en un «laboratorio natural» de investigación ecológica. El Mundo es el único medio español invitado a participar en este renacimiento de la aventura darwiniana.

Hallan en Israel un fogón de 300.000 años, el más antiguo de la humanidad

Los humanos prehistóricos lo utilizaban de forma regular para cocinar sus alimentos y reunirse alrededor del fuego


La cueva de Qesem donde se halló el fogón
Los seres humanos descubrieron el fuego hace un millón de años. Sin embargo, cuándo empezaron a controlarlo y utilizarlo para sus necesidades diarias es todavía un misterio. Un equipo de investigadores israelíes ha descubierto en la cueva Qesem, un yacimiento arqueológico cerca de Rosh Ha'ayin, la evidencia más antigua del uso continuado de un fogón, de unos 300.000 años. El descubrimiento demuestra que las sociedades humanas prehistóricas ya tenían una estructura social avanzada y capacidad intelectual.

Las excavaciones en la cueva de Qesem comenzaron en el año 2000. El equipo de la Universidad de Tel Aviv y el Instituto Weizmann recogieron muestras in situ para su posterior análisis detallado en el laboratorio. De esta forma, identificaron un grueso depósito de ceniza de madera en el centro de la cueva. Utilizando métodos de espectroscopia infrarroja, fueron capaces de determinar que, mezclados con las cenizas, había trozos de huesos, y el suelo se había calentado a temperaturas muy altas. Esta es una prueba concluyente de que la zona había sido el escenario de una gran chimenea.

Además, el equipo extrajo un trozo de sedimento del fogón y lo endureció en el laboratorio. Luego lo cortó en rebanadas muy delgadas, tanto que podían ser colocadas bajo un microscopio para observar la composición exacta de los materiales en el depósito y revelar cómo se formaron. Con este método, fueron capaces de distinguir un gran número de microcapas de ceniza, evidencia de el hogar que fue utilizado repetidamente en el tiempo.

Ello nos lleva a deducir que desde hace 300.000 años los seres humanos ya controlábamos el fuego, pero todavía sigue siendo un misterio, ¿cuándo empezamos a controlar el fuego?

martes, 21 de enero de 2014

Oussama Khatib: "Viviremos y trabajaremos con robots"

Los robots tendrán cualidades humanas e interaccionarán con nosotros. Este es el vaticinio de uno de los mayores expertos en robótica,catedrático del Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Stanford.


Oussama Khatib es catedrático de informática en el Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Stanford, donde dirige el Grupo de Investigación sobre Robótica. Su trabajo se centra en las relaciones entre humanos y robots, que en su opinión serán cada vez más estrechas tanto en la vida laboral como en la doméstica. Acaba de visitar Madrid, donde ha formado parte del jurado de los Premios de la Fundación BBVA, en la categoría de Tecnologías de la Información, que fue concedido hace unos días a Marvin Minsky, uno de los padres de la Inteligencia Artificial. Durante su estancia en nuestro país, concedió una extensa entrevista a ABC para hablar de robots y de cómo éstos están destinados a cambiar nuestras vidas para siempre, aquí las preguntas de la entrevista:

-Robótica e inteligencia artificial. Dos campos diferentes pero complementarios, ¿no es así?
-La inteligencia artificial es, probablemente, la hermana preferida de la Robótica. Y consiste en crear inteligencia en una máquina, en una computadora, enseñarle a responder y a realizar tareas abstractas. La Robótica, sin embargo, se ocupa más del mundo físico. La una es la mente, la otra el cuerpo.

-Pensamiento y acción…
-El principal desafío de la Robótica no es que las máquinas piensen, sino que actúen. Por supuesto, la representación y la comprensión del mundo, su percepción, es algo muy importante. Pero la acción es algo tremendamente difícil para una máquina. Cuando trabajas con robots, por ejemplo, es cuando realmente aprecias lo maravillosa que es la mano humana. Nuestras manos son increíblemente complejas, y son capaces de hacer de forma natural cosas que resultan muy difíciles para un robot.

-¿Como cuáles?
-Los robots pueden ser precisos, cuidadosos, poderosos, pero los humanos tenemos una sorprendente capacidad para integrar todas esas habilidades de una forma única. Puede que no seamos tan precisos o fuertes como un robot, pero tenemos la capacidad de ajustar nuestras acciones de forma rápida, de asumir las incertidumbres y transformarlas en movimientos concretos. Usamos a la vez el oído, la vista, el tacto y evaluamos el entorno de forma instintiva antes de realizar cada acción. De eso se ocupa la Robótica, de la forma en que interactúan las máquinas con el mundo real y físico.

-¿Qué área de la Robótica considera más importante?
-Creo que el problema más acuciante radica en la habilidad para interactuar físicamente con el mundo físico. Para nosotros, coger el tapón de una botella de agua y enroscarlo en su sitio es algo sencillo. Pero no para un robot.

-¿Por qué?
-Porque para realizar esa tarea, un humano utiliza una estrategia. Para llevar a cabo esta acción, los humanos lo primero que hacemos es que se toquen los bordes del tapón y la botella. Cuando sentimos ese primer contacto, nos transmite una información muy concreta, que aplicamos moviendo ligeramente el tapón hacia delante o hacia atrás para que ocupe la posición correcta antes de enroscarlo. Es esta una estrategia que el humano ha tenido que aprender. Pero un robot no puede elaborar esta estrategia basada en la experiencia que le proporciona ese contacto inicial entre el tapón y la botella. Él solo sigue su programación y entiende de posiciones, de ángulos y de movimientos. El desafío, por lo tanto, consiste en que los robots sean capaces de procesar el sentido del tacto. Y que comprendan la relación entre dos objetos no a partir de sus posiciones absolutas en el espacio, sino de sus interacciones en un momento dado.

-Suena tremendamente complicado…
Programar un robot para que realice movimientos precisos en el espacio es algo muy sencillo. Pero programar un robot para que tenga un contacto del que se deriva la aplicación de una fuerza es algo muy diferente. Requiere que el robot sienta ese contacto y que a partir de ahí reprograme la fuerza que va a utilizar para su acción. Por eso, el problema que tiene un robot, moviéndose en un ambiente en el que tenga múltiples contactos, percepciones, obstáculos, manipulaciones, planificaciones… y todo eso en tiempo real, implica tener que controlar un número muy grande de variables. Ese es el gran desafío de la Robótica.

Fotografías National Geografhic


viernes, 17 de enero de 2014

Los lobos y los perros se separaron hace 15.000 años

Ambas especies evolucionaron de un mismo linaje lobuno, extinto antes de que los humanos descubriesen la agricultura


Trolololo
Un husky siberiano
Los lobos y los perros evolucionaron de un linaje lobuno ya desaparecido hace aproximadamente 15.000 años, antes de que los humanos iniciaran sus sociedades agropecuarias, según un estudio que difunde Public Library of Science Genetics. "En este estudio buscamos aprender cómo funcionó la domesticación de los perros", explica Diego Orgega Del Vecchyo, investigador en la Universidad de California y es uno de los autores de la investigación.

"Para ello analizamos el genoma de animales de Europa y de China, regiones que se han señalado como centros de la domesticación de los perros", agrega. "Elegimos el genoma de lobos de Israel, Croacia y China, y el genoma de perros basenji, oriundo de África central, y ding de Australia, dos áreas históricamente aisladas de las poblaciones modernas de lobo".

"Nuestra investigación no halló pruebas de que todos los perros provengan de Europa o de China", señala Ortega. "Es decir, no encontramos evidencias de que tengan un solo origen común. Pero esto tampoco quiere decir que cada perro haya surgido de una región geográfica diferente". "Probablemente los perros que hayan sido domesticados a partir de un linaje de lobo que ya no existe en el presente", continuó. "Genéticamente los perros y los lobos divergieron hace unos 15.000 años".
"También encontramos flujo genético, es decir, entrecruzamiento de los lobos de Israel y los perros basenji, y de los lobos de China y el dingo, posterior a esa divergencia", señaló el investigador.

jueves, 16 de enero de 2014

La estrella esta a punto de explotar

A 20.000 años luz de la Tierra, todo parece indicar que pronto sucederá uno de los fenómenos más violentos y energéticos de cuantos se producen en el Universo


La estrella SBW1
La estrella SBW1
A 20.000 años luz de la Tierra, todo parece indicar que está a punto de suceder uno de los fenómenos más violentos y energéticos de cuantos se producen en el Universo. Y es que allí, en el corazón mismo de nuestra propia galaxia, la estrella SBW2007 1 (más conocida como SBW1) está a punto de explotar y convertirse en supernova.

La imagen no deja lugar a dudas. Obtenida por el Telescopio espacial Hubble, muestra a la estrella rodeada por un anillo de su propio material, expulsado en el pasado hasta formar lo que los investigadores describen como "un ojo morado y sin párpados que mira hacia nosotros desde el espacio".

En la actualidad, esta estrella condenada está rodeada por un anillo de gas color púrpura, un resto de los lejanos tiempos en que se liberó violentamente de sus capas externas. A pesar de ello, el cuerpo central de la estrella sigue siendo demasiado masivo y no resistirá su propio peso. Los científicos creen que está a punto de colapsarse sobre sí mismo, provocando una explosión gigantesca y destructora que será visible a millones de años luz de distancia. Es lo que conocemos como supernova.

La distancia que nos separa de SBW1 garantiza nuestra seguridad cuando se produzca la catástrofe. Si una supernova estallara en las proximidades de la Tierra, digamos que a unos pocos cientos de años luz, la oleada de radiación podría ser letal para las formas de vida de nuestro planeta. Pero no es el caso. A 20.000 años luz de nosotros, la inminente explosión de SBW1 será todo un espectáculo para los astrónomos, y les brindará la posibilidad de estudiar en directo uno de estos violentísimos acontecimientos.

miércoles, 8 de enero de 2014

Diez grandes logros científicos que llegarán este año

Estos son unos de los diez logros que índica Nature que llegarán este año 2014.


Monos transgénicos, es un trabajo polémico, pero los investigadores creen que los ratones son modelos pobres y que sin embargo los primates, más parecidos al ser humano, podrán permitirles avanzar en la lucha contra estos males.


Representaciñon de la nave espacial Rosetta
Representaciñon de la nave espacial Rosetta
La nave espacial Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) podría convertirse en la primera misión en aterrizar una sonda en un cometa. Será el próximo noviembre, sobre el Churyumov-Gerasimenko.


Esperanza contra el sida, la doctora Deborah Persaud, del equipo médico que aseguró haber conseguido curar a un bebé con sida. El pasado año, dos equipos de investigación obtuvieron muy buenos resultados en terapias contra el VIH en monos.

Exoesqueleto controlado por el cerebro
Exoesqueleto controlado por el cerebro
El neurobiólogo Miguel Nicolelis de la Universidad Duke en Durham, Carolina del Norte, trabaja en el proyecto Walk Again (Camina de nuevo), que consiste en un exoesqueleto controlado por el cerebro que permitirá mover sus piernas a personas con lesiones de médula espinal.